La “Corona de Adviento” o “Corona de Luces de Adviento” de este 2020 es un signo especial para los laicos venezolanos. Expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad y a la beatificación del primer laico “Dr. José Gregorio Hernández Cisneros”. Es un medio para educar en la fe, orar y crecer en familia. Es un símbolo de esperanza de que la luz y la vida triunfarán en nuestro país.
La “Corona de Adviento” está hecha con ramas verdes en las que se fijan cuatro velas de diferentes colores: morado, rojo, rosado y blanco. La luz de las velas indica el camino, aleja el miedo y favorece la comunión. La “Corona de Adviento” es símbolo de Cristo que ilumina la vida en familia. La corona en circulo representa la eternidad, sin principio, ni fin, como el Señor que existe por siempre.
El color verde de las ramas o adornos significa vida, esperanza y crecimiento.
La vela MORADA es la primera que se enciende y nos recuerda que el Adviento es tiempo de reflexión y preparación.
La vela ROJA del segundo domingo de Adviento, nos habla de un Dios que es amor y que ese amor debe prevalecer siempre entre nosotros.
La vela ROSADA nos invita a la alegría por el acontecimiento que se acerca.
La vela BLANCA, la ultima que se enciende antes de la Navidad, nos hace presente a Jesús, luz del mundo, verdad y pureza de Dios.
A partir del Primer Domingo de Adviento y en los domingos sucesivos, se encienden las velas según el orden indicado y será un momento de oración y reflexión en familia. Esta ceremonia familiar tiene como centro la Palabra de Dios acompañada de cantos, oraciones y meditaciones que nos llevan a un compromiso como cristianos.
La Corona usualmente se bendice en la Iglesia durante la misa del Primer Domingo de Adviento. De no ser posible, se puede hacer en casa, siguiendo el siguiente esquema, antes de iniciar el rezo de ese día.
- El padre o la madre, o algún miembro de la familia, al comenzar la
celebración, dice:
NUESTRO AUXILIO ES EL SEÑOR
Todos responden:
QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA
MONICION INTRODUCTORIA:
Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con la que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que
Jesucristo es la Luz del mundo. Su color verde significa vida y esperanza.
Encender, semana tras semana, las cuatro velas de la corona deben significar nuestra gradual preparación para que nuestro país reciba la luz de la Navidad.
Uno de los presentes, lee este pequeño texto de la Sagrada Escritura:
¡Levántate, brilla Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
(IS 60,1)
Luego, el padre de familia, dice la oración de bendición:
Oremos
La tierra, Señor, se alegra en estos días y tu Iglesia se desborda de gozo ante tu Hijo, El Señor, que se avecina como luz esplendorosa para iluminar a los que yacemos en las tinieblas.
Lleno de esperanza en su venida, los laicos venezolanos han preparado y adornado con luces esta corona. Ahora que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor, que mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, nos ilumines con el esplendor de Aquel que, por ser La Luz del mundo, iluminará todas las oscuridades. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.