Introducción:
Juan, a la salida de la clase de religión, y siendo la media tarde de un viernes muy soleado, tiene ganas de aventuras, e invita a sus amigos Carmencita, Alicia y Miguel, a la casa de sus abuelos, la cual tiene un amplio terreno propicio para jugar.
Llegan allá y encuentran a Don Joaquín y a Doña Ana en el porche, sentaditos rezando el Rosario. Ya están jubilados, trabajaron como encargados de la principal biblioteca de la ciudad, Lamentan que hoy en día no se propicie la lectura en libros.
Los abuelos traen un rico jugo y mientras lo saborean, les comentan a los niños que no olviden que estamos en el Año de la Oración y que, entre una cosa y otra, aprovechen para hablar con Dios nuestro Padre. Juan aprovecha para consultarles algo.
-Estuve leyendo este folleto que nos dieron, habla de los Herederos de los Bienes del Cielo ¿quiénes son esos herederos?
El abuelo sonríe y le contesta satisfecho por el deseo de saber del chico:
-Los que creen en Jesucristo, los Bautizados.
-Ajá, y ¿qué son y cuáles son esos Bienes?
Esta vez es la abuela, quien responde:
-Hijito, son lo contrario a los bienes materiales y vienen de Dios. Se cuentan entre ellos: la relación cercana con Dios, cultivada a través de la oración… También la Fe, la Esperanza, la Caridad… La Verdad, la Justicia, la Paz…El Gozo en el Espíritu Santo y los Carismas que este regala… La Gracia que Dios distribuye a través de los Sacramentos para ayudarnos en la difícil misión de buscar la santidad, que es vivir según nos indica Jesucristo.
A continuación, es Alicia quien interviene en el diálogo.
–Eh ¿siempre fuimos herederos?
-No, mi niña -dice Don Joaquín-, Jesucristo, siendo Dios y hombre verdadero, con su Encarnación, Vida, Pasión, Muerte y Resurrección, por amor a la humanidad, nos abrió las puertas del Cielo, que estuvieron cerradas por el Pecado Original el cual había desheredado a toda la humanidad. Él nos hizo nuevamente hijos de Dios y herederos. Más adelante, les puedo prestar algunos libros para que sepan más sobre estos temas.
Carmencita y Miguel asintieron, aunque no muy convencidos, pues poco les gustaba leer, aunque en la escuela y su familia los motivan a hacerlo.
Juan se quedó pensando que en el sótano de esa casa sus abuelitos guardan libros importantes. Siempre ha querido entrar allí, pero le dicen que cuando sea mayor.
De pronto, los abuelos intercambian miradas y se levantan, pidiéndole a los niños que los sigan. Juan, al ver que enrumban hacia la escalera que lleva al referido sótano, se emociona, quizás esta sea la aventura del día.
Bajan y la abuela saca la llave que abre una hermosa puerta de madera mientras les dice: – Entren sin correr y pidan permiso antes de tocar algo.
Juan mira a su alrededor, también sus amigos. Quedan sorprendidos al ver la bonita estancia, rodeada de vitrinas que exhiben libros de sorprendentes cubiertas, destacándose especialmente uno, ubicado en un atril central, todos lo rodean interesados, seguidos por los abuelos.
Don Joaquín les dice, este libro es una Biblia muy especial, maravillosa y muy antigua, sus páginas parecen estar en blanco, pero es que en ellas aparece lo que quieras conocer de la historia de la Salvación, narrado en letras acompañadas de grabados con movimiento, que son como ventanas por las cuales vemos lo que leemos.
Según el día en que están, toca rezar los Misterios Dolorosos del Rosario, por lo que los abuelos invitan a los niños a mirarlos en el libro, pues son pasajes de la vida del Señor…
Primer Misterio
ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO
«Y llega a un huerto por nombre Getsemaní, y dice a sus discípulos: –Quedaos aquí mientras voy a orar… » [Marcos 14, 33]
Reflexión:
El abuelo pasa la primera página o portada, y en la de la izquierda se lee la parte del Evangelio correspondiente, mientras que, en la derecha, los niños ven un antiguo huerto judío, donde está un hombre impresionante, no puede ser otro que Jesucristo, Dios y hombre verdadero. A Jesús se le ve preocupado, triste, y se retira para ORAR a su PADRE, enseñándonos la importancia de la virtud de la oración, que consiste en hablar con Dios, con nuestra Madre María…, ellos nos escuchan, acogen y fortalecen.
Ahora son los niños, por turno, que van pasando las páginas
Segundo Misterio:
JESÚS ES AZOTADO CON GRAN CRUELDAD
Evangelio:
«Entonces Pilatos, que quería satisfacer al pueblo, soltó a Barrabás, pero a Jesús lo azotó y lo entregó para que fuese crucificado. » [Marcos 15,15]
Reflexión:
Alicia, indignada ante la injusticia cometida con Jesús, mira a Doña Ana que está a su lado, quien le dice: –Cuántos de nosotros preferimos satisfacer al mundo antes que buscar los Bienes del Cielo como, por ejemplo, la VERDAD. Han mentido sobre Jesús y el acepta por amor, sufrir por los pecados de todos nosotros que ofenden a Dios. La joven se siente movida a luchar por la Verdad y a defender a los inocentes, como heredera que es.
Tercer Misterio
JESÚS ES CORONADO DE ESPINAS
Evangelio:
«Le visten una púrpura y le ponen una corona que tejieron de espinas. Y empezaron a burlarse diciendo: –Salve, rey de los judíos. Y golpeaban su cabeza con una caña y lo escupían.» [Marcos 15, 17-19]
Reflexión:
Mirando le terrible escena donde maltratan y se burlan de Jesús, Miguel no puede evitar recordar un mal recurrente en nuestras escuelas, liceos y universidades, el acoso a los más débiles, robándoles la Paz, uno de los Bienes del Cielo, pero que, en la Tierra, necesita conquistarse con buena voluntad y esfuerzo, no pocas veces con ayuda de otros, en atención al amor al prójimo, a la Caridad.
Cuarto Misterio
JESÚS CAMINA CON LA CRUZ A CUESTAS HASTA EL MONTE CALVARIO
Evangelio:
«Después que se burlaron de Él, le quitaron la púrpura, le pusieron sus vestidos y lo llevaron a crucificar. Como vieron que Jesús casi no podía con la cruz, obligaron a ayudarle a uno que pasaba, Simón de Cirene…» [Marcos 15, 20-21]
Reflexión:
Los chicos estaban muy turbados mirando la trágica escena, el Hombre-Dios, Jesucristo, pasa irreconocible debido a las torturas sufridas. Entonces, el viejo hablo en voz alta diciendo: –Hijitos, qué importante es la Fe. Que difícil fue para aquel pueblo, reconocer al Mesías que hacía poco habían aclamado, ahora desfigurado, pero era Él mismo, sacrificándose en expiación por los pecados de la humanidad. Cristo dijo: «-…dichosos los que creen sin haber visto.” ‘[Juan 20,39]. Espero que ustedes sean de estos últimos, y recuerda siempre, la Fe va de la mano de la Esperanza, pues después de la Pasión y Muerte de Jesús, vino su Resurrección, nosotros también resucitaremos, en ello esperamos, también en que Jesucristo no nos falta nunca y si lo seguimos, iremos al Cielo.
Quinto Misterio
JESÚS MUERE EN LA CRUZ.
Evangelio:
” Y Jesús, dando una gran voz, expiró.” [Marcos 15, 37]
Reflexión:
Guardaron silencio un buen rato, que fue roto por Carmencita:
–Compruebo por todo lo que he visto, a que alto precio fuimos hechos herederos de los Bienes del Cielo, pero serlo no es tan fácil, debemos emprender el camino que nos enseña Jesucristo, y para ello hay que cultivar el Amor que Cristo nos enseñó. Gracias, por darnos a conocer como ser verdaderos hijos de Dios… Los demás niños asintieron.
Los abuelos muy contentos al ver la buena disposición de los chiquillos, les reiteraron que también tenemos una Madre en el Cielo con quien nos comunicamos, por ejemplo, rezando el Rosario… Cerraron el libro, y subieron muy alegres.
Reflexión Final
¿Qué le puedo ofrecer a Jesús? Esforzarme por ser digno Heredero de los Bienes del Cielo, lo que implica conversión, amor, fidelidad,gratitud.