Misterios Gloriosos
Primer Misterio: La Resurrección del Señor (Mt 28, 5-7)
«El Ángel dijo a las mujeres: «Ustedes no tienen por qué temer. Yo sé que buscan a Jesús,
que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como lo había anunciado. Vengan a ver el lugar donde lo habían puesto, pero vuelvan en seguida y digan a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos y ya se les adelanta camino a Galilea. Allí lo verán ustedes. «Con esto ya se lo dije todo.»
Oración: María, Madre Nuestra, te pedimos que nos ayudes a cultivar las virtudes de la
prudencia y la fortaleza para que al igual que tú, podamos seguir el llamado que nos hace Jesús a ayudar a los demás sin juzgar y perseverar a pesar de los problemas.
Segundo Misterio: La Ascensión del Señor (Hch 1, 8- 11)
Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.» Dicho esto, Jesús fue levantado ante sus ojos y una nube lo ocultó de su vista. Ellos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: «Amigos galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Este Jesús que les han llevado volverá de la misma manera que ustedes lo han visto ir al cielo.»»
Oración: Madre incondicional, enséñanos a practicar la virtud de la justicia, tratando a cada uno como queremos ser tratados, sabiendo valorar los deberes y los derechos de los que nos rodean.
Tercer Misterio: La Venida del Espíritu Santo (Hch 2, 1-4)
«Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.
Oración: Madre admirable, muéstranos la manera de poner al servicio de nuestros semejantes los dones que Dios nos ha regalado, con sencillez, respeto y amabilidad, cultivando la virtud de la templanza que nos ayuda a moderar nuestras acciones e impulsos.
Cuarto Misterio: La Asunción de la Santísima Virgen (Lc 1, 46-49)
«María dijo entonces: Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las generaciones me dirán feliz. 49.El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí: ¡Santo es suNombre!»
Oración: Virgen María enséñanos a discernir entre el bien y el mal, a elegir el camino correcto dejando de un lado las malas compañías y todo aquello que nos aleje de Dios. Que la fortaleza sea la virtud que nos anime a cumplir con nuestras responsabilidades.
Quinto Misterio: La Coronación de María Santísima (Ap 12,1)
«Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.»
Oración: Madre amorosa que siempre nos proteges, bendice cada uno de nuestros anhelos, en especial el de hacer realidad el sueño de Dios en el mundo, que la fortaleza nos
acompañe al hacer el bien, la prudencia nos oriente en el buen trato hacia los demás, que la justicia dirija nuestro correcto proceder y que la templanza nos ayude a evitar perder el tiempo en aquello que nos aparta de Dios y de lo que nos ayuda a ser mejores personas.